



El concurso para la estación de bomberos -Ave Fénix- demandaba en su programa dos actividades completamente distintas, la estación propiamente dicha y un espacio de consulta y capacitación para el público en general, estas no podían cruzarse en ningún momento.
El proyecto elegido para la estación se presenta hacia el exterior como una caja recubierta de aluminio y elevada sobre el nivel de la calle, casi desapareciendo por los reflejos que a manera de espejo produce el material. Esta caja que flota, resguarda en su base el patio de maniobras y estacionamiento de los coches bomba, mismo que se extiende hacia la calle incorporando el espacio urbano al simular u

Dentro de la caja cromada se organizan distintas actividades alternado o complementado los usos por medio de planos, los cuales son perforados con huecos de varias dimensiones que sirven tanto para iluminar, como para comunicar los niveles; como el caso del acceso principal, que mediante una doble escalera separa el flujo del personal y los visitantes, llevando desde el nivel de acceso peatonal hasta un helipuerto en la azotea, o mediante los clásicos tubos por donde descienden los bomberos ante alguna urgencia.
La propuesta emplea las vistas cruzadas entre los dos tipos de usuarios a través de los patios pero sin mezclarlos, consiguiendo entretejer las dos actividades —la estación y la llamada bomberoteca—.
No hay comentarios:
Publicar un comentario