Imágenes ©Rethinking Happiness.
Con motivo de la Bienal de Arquitectura de Venecia que se está llevando a cabo hasta el 11 de septiembre, el arquitecto italiano Aldo Cibic presentó el proyecto Rethinking Happiness (Repensando la felicidad): una exploración sobre cómo la arquitectura y diseño urbanístico de un espacio puede propiciar la creación de comunidades felices y florecientes.
Partiendo de la base de que el mundo se encuentra en un punto de inflexión donde los problemas económicos y ambientales están planteando la crisis del sistema actual, Cibic y un grupo de profesionales se embarcaron en la aventura de pensar cómo podrían ser las comunidades del futuro si pensáramos en el bienestar personal de los habitantes y ambiental del entorno.
Así, llegaron a cuatro proyectos pensados para cuatro situaciones que podrían darse en las ciudades y sus alrededores, y cómo éstos podrían impactar en la vida del lugar.
Suberbazaar: Centro urbano de intercambio
Tomando como base la construcción de una nueva estación de subte en los alrededores de Milán, el grupo de profesionales pensó en que sería una excelente oportunidad para construir un espacio público que aunara múltiples actividades como un centro de cuidado para niños, una biblioteca, un cine al aire libre, sala de conciertos, espacios de trabajo, espacios de diversión y un hotel.
Esto crearía un centro de encuentro e intercambio en el barrio donde las comunidades podrían conectarse y ahorrar recursos compartiendo bienes y servicios, además de entretenerse y crear un sentido de pertenencia.
Ruralismo urbano: Campo + ciudad
Pensando en las áreas aledañas a grandes ciudades rodeadas de campo y tierras donde se practican actividades productivas, el equipo pensó en un cruce entre lo rural y lo urbano.
Se trata de un espacio de cultivos rodeado de casas bajas, donde los habitantes participan en las actividades de producción de vegetales y a su vez comparten instalaciones y servicios. La idea: preservar estos espacios rurales proporcionando a la vez un desarrollo y sentido de comunidad a los habitantes.
Un campus en el campo: Investigación + comunidad
Esta idea apunta a la construcción de un espacio de innovación donde puede vivir un grupo de personas relacionadas a emprendimientos tecnológicos o científicos. Por medio de la incorporación de espacios verdes y producción de energías renovables se logra una comunidad auto-suficiente en la que tecnología, agricultura y turismo pueden coexistir en forma armoniosa.
Pequeño centro de un pueblo industrial
El último de los proyectos apunta a la situación de una fábrica alejada de la ciudad: la misma da empleo a un millar de personas que generalmente viven aisladas. La idea que se plantea es la construcción de un centro comunal donde las personas pueden encontrarse para intercambiar productos y servicios, además de socializar y entretenerse. De esta forma, se logra una mayor conexión en la comunidad.
Claramente, los cuatro planteos comparten características en común: en ellos se valora la conexión entre las personas, el compartir recursos y servicios, el intercambio, la autosuficiencia.
El atractivo de estas propuestas lleva a pensar en cuán importantes son estos elementos en el pensamiento de las comunidades del futuro, y en cuán clave es comenzar a adoptar estas ideas en nuestra vida, en la medida de lo posible: conectarse, compartir, formar comunidad.
¿Se ven viviendo en alguno de estos modelos?
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