El diseño nos recuerda los viejos edificios silo, de ahí su nombre. La casa se diseñó como una casa modular con elementos ortogonales únicos. Estas características son similares a la arquitectura vernácula del norte de Nueva York.
La casa consta de un patio central rodeado por tres edificios de vivienda; cada una de las partes son edificios independientes, y todos están cubiertos con una serie rectilínea de celdas fotovoltaicas.
La estructura consta de vigas de acero expuestas en el interior y revestimiento de acero corrugado CorTen.
Siendo un proyecto ecológico y sustentable, esta casa aprovecha la captación de la luz solar de la envoltura de acero mediante un innovador sistema térmico solar integrado como una piel que pre-calienta el agua.
Cada cilindro tiene dos tragaluces operables que permiten maximizar la iluminación natural. Los materiales elegidos para el interior –como la madera de haya– se consideran amigables con el ambiente.
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