Oltre il Colle, una pequeña localidad de la provincia de Bergamo en la Lombardía italiana está revolucionada. Mañana, a las 10.30 vivirá uno de los acontecimientos más importantes de su historia: la inauguración de su catedral. Pero no una cualquiera. Es la primera catedral verde, construida exclusivamente con troncos, ramas y sogas.
Con una estructura interna de cinco naves apoyadas en 42 columnas construidas con 1.800 palos de abeto, 600 ramas de castaños y 6 mil metros de ramas de avellano, el templo se encuentra a 1.345 metros de altura, a los pies del Monte Arera, en las Prealpes de Bergamo.
La idea fue del artista Giuliano Mauri quien se inspiró en el Año Internacional de la Biodiversidad, declarado por la ONU para el 2010. Con el apoyo de las autoridades locales, su proyecto se puso en marcha y verá la luz mañana sin su creador. Mauri falleció en 2009 a los 71 años.
Emplazada en medio de un claro a los pies del Monte Arera, la construcción tiene una altura que va de los 5 y 21 metros, mide 28,5 metros de largo y 24 de ancho, que se extiende sobre 650 metros cuadrados.
Se trata de una estructura abierta y transitable en todos los sentidos, dentro de la cual irán creciendo unas 40 plantas de haya, hasta que la vegetación la recubra completamente. La idea de Mauri fue que la naturaleza hiciera lo suyo y terminara de dibujar a su antojo cada rincón de esta catedral vegetal.
Oriundo de Lodi Vecchio Iitalia), Mauri es considerado uno de los más genuinos representantes europeos del arte en la naturaleza. Su arte, a partir de mediados de los 80, está vinculado al paisaje y la naturaleza. Sus obras rebozan de troncos, ramas y fibras vegetales que integró en contextos naturales, por lo general apartados, y que la propia naturaleza toma y se apropia a través de sus ciclos estacionales.
Con una estructura interna de cinco naves apoyadas en 42 columnas construidas con 1.800 palos de abeto, 600 ramas de castaños y 6 mil metros de ramas de avellano, el templo se encuentra a 1.345 metros de altura, a los pies del Monte Arera, en las Prealpes de Bergamo.
La idea fue del artista Giuliano Mauri quien se inspiró en el Año Internacional de la Biodiversidad, declarado por la ONU para el 2010. Con el apoyo de las autoridades locales, su proyecto se puso en marcha y verá la luz mañana sin su creador. Mauri falleció en 2009 a los 71 años.
Emplazada en medio de un claro a los pies del Monte Arera, la construcción tiene una altura que va de los 5 y 21 metros, mide 28,5 metros de largo y 24 de ancho, que se extiende sobre 650 metros cuadrados.
Se trata de una estructura abierta y transitable en todos los sentidos, dentro de la cual irán creciendo unas 40 plantas de haya, hasta que la vegetación la recubra completamente. La idea de Mauri fue que la naturaleza hiciera lo suyo y terminara de dibujar a su antojo cada rincón de esta catedral vegetal.
Oriundo de Lodi Vecchio Iitalia), Mauri es considerado uno de los más genuinos representantes europeos del arte en la naturaleza. Su arte, a partir de mediados de los 80, está vinculado al paisaje y la naturaleza. Sus obras rebozan de troncos, ramas y fibras vegetales que integró en contextos naturales, por lo general apartados, y que la propia naturaleza toma y se apropia a través de sus ciclos estacionales.
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