The Indicator, una columna semanal sobre cultura, negocios y economía en la Arquitectura escrita por Guy Horton, publicó una interesante entrevista con Blair Kamin, un crítico de arquitectura para el Chicago Tribune y ganador del premio Púlitzer, en torno a su libro Terror and Wonder: Architecture in a Tumultuous Age.
En dicha entrevista, Blair Kamin da interesantes puntos de vista sobre la arquitectura actual. Entre otros temas, Kamin opina que la arquitectura no es indiferente a los acontecimientos importantes del mundo, como por ejemplo la caída de las torres gemelas en Nueva York o el desastre en Nueva Orléans. La arquitectura, dice él, aporta, desde su ámbito, tanto a la renovación como a la controversia. Por ejemplo, el que los nuevos edificios y espacios urbanos en la zona cero de Nueva York no logran el propósito de Daniel Libeskind de conmemorar a los muertos y construir una ciudad viva, hace que los ciudadanos se sientan engañados; pero esto se debe a la intervención de los políticos, desarrolladores inmobiliarios, burócratas del transporte, líderes de negocios, e incluso la policía, en la restauración de esa área. En opinión de Kamin, es sólo cuando los arquitectos y urbanistas unen fuerzas con políticos y líderes de negocios, que realmente se logra darle una nueva imagen a nuestro mundo. Tal fue el caso de Daniel Burnham y Edward Bennett con su Plan de Chicago en 1909.
Horton además tocó el tema de la brecha entre la arquitectura en la academia y en el campo profesional, haciendo referencia a un comentario reciente de Frank Gehry en el que afirma que alrededor del 98% de los edificios no son hechos por arquitectos. Ante esto, Kamin habló de la necesidad de contar con una mejor infraestructura intelectual en la arquitectura, una que introduzca su importancia e impacto en la conversación pública, quizá por medio de blogs, programas de radio y televisión, conferencias, recorridos, etcétera, en donde se cree conciencia sobre el enorme impacto que tiene la arquitectura en la calidad de vida de una ciudad. Esto además, afirma Kamin, permitirá que la gente exija una mejor arquitectura.
También discutieron sobre el papel del crítico en la arquitectura, quien, según Kamin, simplemente establece argumentos y puntos de vista que dan pie a que los lectores juzguen por sí mismos si la arquitectura está haciendo que su ciudad y el mundo cambien para bien, o para mal.
Y haciendo referencia a su libro, Horton preguntó a Kamin su opinión sobre los monumentos representativos, si considera que son necesarios, en especial tras un evento traumatizante, como el 11 de septiembre. Kamin respondió que efectivamente este tipo de monumentos son necesarios, pero que quizá es más importante ocuparse de los edificios del primer plano, las estructuras del día con día, que son las que en realidad dan forma a las áreas metropolitanas. Y quizá, finaliza Kamin, más necesario aún es cambiar la mentalidad y entender que la arquitectura no es meramente estética, sino que es un arte social, el arte con el que vivimos.
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