Ya desde la segunda década del siglo XX, arquitectos como el danés Jørn Utzon empezaban a labrar el camino de la arquitectura contemporánea, con obras que, si bien son perfectamente funcionales, su solución arquitectónica le da primacía al valor de los sentidos, como en el caso de la Ópera de Sidney, construida en la década de los sesenta.
Treinta años más tarde el arquitecto de origen canadiense Frank O’Gehry, también aludiría a la belleza de los efectos y los gestos plásticos en el Museo Guggenheim de Bilbao, obra que transformaría la manera de concebir la arquitectura al proponer una nueva forma de proyectar, producir y entender los edificios.
A raíz del denominado “Efecto Guggenheim”, ha quedado claro que el carácter discursivo de las construcciones no sólo depende del concepto o del apego a un protocolo funcional; la imagen puede ser el argumento fundamental de la arquitectura.
Después del Guggenheim, la fantasía y la excentricidad, si el presupuesto lo permite, no tienen límites, ya que la originalidad o grandilocuencia de una obra puede ser la coyuntura perfecta para la creación de un ícono regional y de un importante atractivo turístico.
De tal suerte, los arquitectos del nuevo milenio no ceden ante la posibilidad de argüir en favor de lo estético, por ello, con mayor frecuencia podemos encontrar proyectos cuyas soluciones, sin cortapisas, se orientan hacia los valores perceptivos y sensoriales de la arquitectura. Las complejas estructuras, de geometrías difusas, formas redondeadas y lúdicas configuran uno de los panoramas de la arquitectura del presente siglo.
Un ejemplo es el proyecto para el Nuevo Acuario de Bantumi, Georgia(1), diseñado por la oficina danesa de arquitectura Henning Larsen Architects.
Esta estructura de 2000m2, cuya forma fue inspirada en los guijarros(2) que cubren las playas de Batumi, se ubicará en la costa oriente del Mar Negro, reemplazará al antiguo acuario y podrá apreciarse tanto desde la tierra como desde el mar.
La volumetría de este megalito(3)contemporáneo, que según Louis Becker -director del área de diseño de Henning Larsen Architects- es un homenaje a la fuerza del mar, fue resuelta a partir de seis estructuras o “piedras” de diferentes dimensiones dispuestas alrededor de un vestíbulo central en el que habrá: un módulo de información, un área comercial, un café y un espacio multifuncional flexible, en el que se podrán llevar a cabo diversos tipos de eventos como: conferencias y talleres entre otro tipo de eventos culturales y de entretenimiento.
Alrededor del vestíbulo, en la planta baja se ubicarán cuatro salas de exposición en las que se exhibirán los principales biotipos que conforman: el Mar Rojo, el Océano Indico, el Mar Negro, el Mar Mediterráneo y el Mar Egeo. En la planta alta del edificio, sobre el vestíbulo central, se localizará el área administrativa y de oficinas.
El Nuevo Acuario de Bantumi además de que se integra muy bien al contexto, será un nuevo atractivo turístico para la ciudad, que se convertirá en un importante centro educativo, que le permitirá a sus visitantes explorar la vida subacuática a partir de un estimulante viaje a través de diferentes mares, para que de una manera divertida conozcan las diferentes especies de plantas y animales que conforman un ecosistema marino.
Es innegable que toparse con obras que ostentan soluciones arquitectónicas tan originales como el Nuevo Acuario de Bantumi, siempre resultan emocionantes.
Valentina Olmedo
1. Georgia. País situado en el límite entre Europa y Asia, localizado en la costa del mar Negro, al sur del Cáucaso. Al norte colinda con Rusia y al sur colinda con Turquía, Armenia y Azerbaiyán. Bantumi, lugar donde se ubicará el Nuevo Acuario diseñado por Henning Larsen, es una ciudad de Georgia y es la capital de la república autónoma de Ayaria.
2. Guijarro. Piedras pequeñas, redondeadas y lisas formadas por la erosión del agua.
3. Megalito. Monumento construido con grandes piedras, muy común en la remotísima antigüedad.
Información sobre Henning Larsen Architects.
Firma de arquitectura con sede en Dinamarca, fundada en 1959 por el arquitecto Henning Larsen después de un viaje de estudios a los Estados Unidos de Norte América. Henning Larsen Architects es una de las oficinas de arquitectura más importantes de Europa.
La mayoría de los proyectos de la compañía son desarrollados para concursos tanto a nivel local como internacional. En 1960, gana su primer concurso para la escuela, Klostermarksskolen , ubicada en la ciudad de Roskilde, Dinamarca. En 1961, gana su primer concurso internacional con el proyecto para la Universidad de Estocolmo, Suecia.
Desde el comienzo de su carrera, Henning Larsen Architects, además de desarrollar una arquitectura innovadora, se ha interesado en el desarrollo de nuevos métodos de enseñanza, por lo cual de 1968 a 1995, Henning Larsen se desempeñó como profesor en la Real Academia Danesa de Bellas Artes. En 2008 , Louis Becker director del área de diseño de la empresa fue nombrado profesor adjunto en el Departamento de Arquitectura y Diseño de la Universidad de Aalborg.
Una de las características de Henning Larsen Architects es que su personal siempre está integrado por estudiantes y arquitectos jóvenes, lo que permite un entorno creativo dinámico en donde siempre hay nuevas ideas y conocimientos.
A cincuenta años de su fundación, Henning Larsen Architects ha diseñado un gran número de proyectos alrededor del mundo, pero la tipología arquitectónica en la que más ha incurrido es en el diseño de instituciones educativas y culturales, que van desde las escuelas primarias hasta las de educación superior; bibliotecas, salas de concierto y museos. Dos de sus proyectos más conocidos son: el Ministerio de Relaciones Exteriores de Riad y la Ópera de Copenhague.
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